¡Jó, que semana!, debió pensar Michael Carrol, de 36 años, cuando aposentó sus reales en la celda del County Jail de Manteca (California)
A inicios de la semana pasada fue arrestado debido a un esperpéntico intento de suicidio, ya que, según testigos presenciales, lo vieron sobre un contenedor de basura, amenazando con morir ahogado si se lanzaba al fondo del mismo, donde había vertido una mínima cantidad de agua, que ni le llegaba a los talones.
No sólo fue el intento de suicidio lo que llamó la atención de las autoridades, sino también el estado de obnubilación del sospechoso, quien se encontraba bajo los efectos de una sustancia no identificada. (O más, me atrevería a decir).
Esta beau geste de abandonar el terrenal mundo pecador le costó el arresto policial, pero salió libre al día siguiente, encontrandose con una amargada y poco complaciente parienta, quién le reprochó lo siniestro de sus actos.
Las discusiones se prolongaron durante la semana y se hicieron cada vez más intensas, conocida aptitud de algunas feminas en eso de tocar los cojones al pariente con reproches monotemáticos, lo que obligó a Carrol, una vez alcanzado el máximo volumen de expansión del escroto, a dejar su domicilio, ubicado en la ciudad de Manteca, en el Estado de California, fuyendo en la camioneta familiar.
Fue entonces que la ñora no tuvo mejor ocurrencia que amarrarse a la capota del vehículo para evitar que su marido fuyese. (Aquí coligiremos que la ñora no está como la Megan Fox, pues de haber salido con las begonias al aire y haberle espetado, algo como así: ¡ven p´acá que te voy asé hombre!, uno rapidillo pa asé las pases, el Carroll no hubiese tomado las de Diegoville).
Sin dudarlo Carrol arrancó el auto y recorrió casi 56 kilómetros a más de 160 kilómetros por hora hasta llegar a la ciudad de Pleasanton, donde un menda se percató del hecho liberando a la esposa, la cual fue llevada rápidamente a un hospital por presentar cuadros de hipotermia.
Según el portal web True Crime Report.com, el esposo decidió retornar a casa, ahora que sí era un Home, Sweet Home, ya a que la basilísca se la había quitado de encima.
A su regreso triunfal, a modo de Comite de Bienvenida, encontró a la policía, quien inmediatamente lo puso bajo arresto, sin derecho a fianza y bajo los cargos de intento de secuestro y asalto doméstico.
Fuente: laPepaPe
El mundo está loco, loco...y noticias como éstas ya casi no nos sorprenden.
ResponderEliminarPero a mí aún me sorprenden algunas cosas, fíjate tú, como el hecho de que aún existan mujeres que consientan en vivir al lado de tipos como ése, o que se siga considerando el hecho de que como la ñora no estaba buenorra que te cagas, lo mejor era huir, aunque fuera cometiendo un locura.
Ains.....vivamos las feas!
Lo mismo pienso q belkis... está loco.
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