Es la psicología que estudia los olores y sus efectos en la mente humana, ya sea desde los estímulos relajantes y aromáticos que nos puedan ofrecer algunas fragancias como la rosa o manzanilla hasta asociar algunos olores con los sentimientos, al igual que los colores ya que ambos se manejan en el sistema límbico que es el manejo de emociones.
La mayoría de las veces relacionamos los olores con las personas, reconocemos estos olores personales al tener un encuentro cercano con esta persona, por esta misma razón podemos recordarnos de alguien al percibir cierta fragancia o perfume que esté en el ambiente.
La mozalbeta me recuerda a mí mismo cuando tenía su edad. Sea por lo que sea, no sólo nos agrada el olor de nuestros pedos (confesión no general, señores), sino que embadurnar nuestros dedos en efluvio genital o axilar, y luego olisquear simiescamente, como que nos solaza. He de reconocer que con la edad (abundosa, en mi caso) he perdido bastante de toda aquella perversidad. Hoy por hoy, admito que lo que más me gusta de una mujer que me guste es su olor, sobre todo el del cuero cabelludo y el pescuezo. Al infierno por la piel.
ResponderEliminarY que se tiene que estar agarrando en pleno salon de clases, admito que a mi tb me gusta el olor masculino, nada como ir pasando la lengua y oler.
ResponderEliminarYo con los olores soy un poco primitiva, también. Estuve muchos años repudiando la colonia [que no la ducha], por no enmascarar mi olor corporal. Hace poco he vuelto a usarla, pero sólo un aroma muy concreto que sí tiene significado para mí.
ResponderEliminarY por cierto, paso mucho de la aromaterapia de aceites esenciales: donde esté un mozo de buen ver al que olisquear a placer, que se quiten inciensos, mirras, ámbares y demás fruslerías. Además, estoy con Alonso, donde más me gusta cómo huelen los chicos es en el cuello.
Yo sigo haciendo como la niña ésta, oliéndome a mí misma, pero con más pudor y no en sitios públicos, jajaja, a pesar de que como Alonso mi edad es ya acumulativa.
ResponderEliminarSupongo que en mi caso es por la falta de alguien que verbalize sus impresiones y sensaciones sobre mi propio olor...por eso me lo hago yo misma.
Lástima que no pueda olerme el cuello pues también es un olor que me gusta, me encanta oler y notar un rostro cerca del mio.
belkis, nunca pierdas ese bendito aire adolescente de olerte los dedos tras pasearlos por la rajita. Confieso: me encanta cómo huelen mis propios huevos.
ResponderEliminarguarroooooooooooosss !!!!!!
ResponderEliminaranita, eres una reprimida por tu educación católica en colegio de severas monjas. Se te nota a distancia. ¿O sea que tú nunca te has tocado el chichi para ver a qué huele hoy? Ya, ya.
ResponderEliminarO_O
ResponderEliminarno opino, pq soy muy olfativa, m gustan la gente recien salida de la ducha, en fin...
ricitos:
ResponderEliminarno me jodas los olores ponen, hasta algunos pedos ponen...
alonso, te pelaste. hasta la pubertad mi educacion fue comunista. la represion no era sexual, precisamente
ResponderEliminar¿la represión fue manual o de manual?
ResponderEliminartiberio: el olor de un hombre pone, las feromonas masculinas m ponen mucho, asi como las feromonas que desprenden los pezones femenino, que hombre que se acerca con el olfato, hombre que se prende con la boca como si le fuera la vida en ello. Ademas esta el buen dicho: tiran mas 2 tetas que 2 carretas (pero como las de suxys, claro)
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