La esposa cobraba a su marido 100 euros por acostarse con él durante una hora

Detrás del esposo hay todo un drama. Sus familiares más directos están enfermos y sé quedó sin sus ahorros. Supuestamente se los birló su esposa. Él le dio dinero prácticamente sin parar hasta alcanzar una cantidad superior. Pidió un préstamo de 13.000 euros para que ella se pudiera operar los pechos en Brasil. De sus cartillas desaparecieron más de 20.000 euros. Incluso no se quedaba con el dinero que la Xunta le daba periódicamente de subvención por tener vacas.

Días después de la boda el hombre organizó una comida en casa con sus padres y su nueva esposa. Esta, ni siquiera fue capaz de quedarse a su totalidad. Comenzó a decir que le dolía mucho la cabeza y que la trajeran a Lugo. Así hizo su marido. La dejó en la capital y por la noche ella fue a prostituirse al burdel.

Ella no volvió a aparecer más por la casa de sus suegros hasta que, después de que hubiese conseguido el dinero, apareció con unos papeles para que su marido le firmara el divorcio. En todo ese tiempo, su esposo acudía a verla varias veces por semana al Queens. Si estaba ocupada con otros clientes, tenía que esperar a que le tocara el turno.

La esposa cobraba a su marido por acostarse. Cincuenta euros por un acto sexual y el doble si quería estar con ella una hora. Él pagaba porque estaba ciego por ella.

Los padres del marido, aterrorizados por la situación que estaban viviendo acudieron a la Guardia Civil pero, inicialmente dos de los guardias imputados no les hicieron caso. Es más uno de ellos supuestamente asesoró a la novia sobre lo que tenía que decir.

Fuente:La Voz de Galicia