Mara, algo me dice que no vas muy sobrada de geografía fluvial galaica. Pero yo tampoco me habría resistido a utilizar esa foto. Alonso, está bien. Todo sea por traer unas cuantas ovejas negras a este mundo. Yo quiero ser mamá de unos cuantos cabroncetes. Ve concienciándote
Mira que eres tiquismiquis, Nana, cuando la foto de Tiberio no pretendía ser realista (aunque lo consigue), sino una mera metáfora de mi ansioso y erecto estado de espera. En cuanto a los cabroncetes, imagino que te conformarás con adoptarlos, con tantos como hay en este mundo esperando a que les pongas los zapatos para largarse a robar, o a que los desates de la cama para salir a robar lo primero unos zapatos y luego ya seguir con la labor de auparse a viceconsejeros o ministros. Sé solidaria. Adopta un cabroncete con Anes-Bad.
Estais alterando el sosiego de mis ovarios: El problema ¿cualo es?: ¿ubicación por coordenadas uranográficas u orografía propia de la cuenca fluvial galaica?. ¡Manda huevos!
Cagüen sos, Mara. Te aseguro que le di a esta díscola las coordenadas exactas de la confluencia del río Sil con el río Miño, lugar galaico abundante de magia para un primer encuentro, y tal vez para el fornicio con el que se principie una larga amistad. Pero ya se conoce la eterna treta femenina de pretender no entender lo fácil y entender demasiado bien lo difícil y hasta lo que nadie más entiende. Paciencia y masaje al dolorido rabo.
Alonso, no me marees: o te duele el rabo por la trempada ininterrumpida, o no te inmutas ante las jovencitas semidesnudas que vas viendo por la calle. Das informaciones contradictorias y luego esperas que yo me comporte con lógica. Centrémonos. Que, lo que es yo, estoy fatal de lo mío de cintura paa abajo.
Nana: centrate en los calabacines de la huerta, para lo que haya menester. Alonso, Alonso, que tu fatalidad es de cintura para arriba, así: non habere felix connuctio. Te la vas a tener que seguir pelando.
Nana, lo mío es un raro fenómeno de centrarme sólo en un objetivo. Ya sabes: antepasados cazadores, et caetera. Poca capacidad para la distracción o para ocuparme en muchas cosas a la vez. La pieza sos vos, pebeta.
Mara, ya dijo Ortega (creo, pero si no sería Marañón) que órgano que no se usa se atrofia.
Efestivamente. Nana, when you want.
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ResponderEliminarMara, algo me dice que no vas muy sobrada de geografía fluvial galaica. Pero yo tampoco me habría resistido a utilizar esa foto.
ResponderEliminarAlonso, está bien. Todo sea por traer unas cuantas ovejas negras a este mundo. Yo quiero ser mamá de unos cuantos cabroncetes. Ve concienciándote
Mea culpa no verifiqué la información.
ResponderEliminarMira que eres tiquismiquis, Nana, cuando la foto de Tiberio no pretendía ser realista (aunque lo consigue), sino una mera metáfora de mi ansioso y erecto estado de espera. En cuanto a los cabroncetes, imagino que te conformarás con adoptarlos, con tantos como hay en este mundo esperando a que les pongas los zapatos para largarse a robar, o a que los desates de la cama para salir a robar lo primero unos zapatos y luego ya seguir con la labor de auparse a viceconsejeros o ministros. Sé solidaria. Adopta un cabroncete con Anes-Bad.
ResponderEliminarNU INTELLEG.....?
ResponderEliminarEstais alterando el sosiego de mis ovarios:
ResponderEliminarEl problema ¿cualo es?: ¿ubicación por coordenadas uranográficas u orografía propia de la cuenca fluvial galaica?.
¡Manda huevos!
Cagüen sos, Mara. Te aseguro que le di a esta díscola las coordenadas exactas de la confluencia del río Sil con el río Miño, lugar galaico abundante de magia para un primer encuentro, y tal vez para el fornicio con el que se principie una larga amistad. Pero ya se conoce la eterna treta femenina de pretender no entender lo fácil y entender demasiado bien lo difícil y hasta lo que nadie más entiende. Paciencia y masaje al dolorido rabo.
ResponderEliminarAlonso, no me marees: o te duele el rabo por la trempada ininterrumpida, o no te inmutas ante las jovencitas semidesnudas que vas viendo por la calle. Das informaciones contradictorias y luego esperas que yo me comporte con lógica. Centrémonos. Que, lo que es yo, estoy fatal de lo mío de cintura paa abajo.
ResponderEliminarMe afirmo en lo dicho.
ResponderEliminarNana: centrate en los calabacines de la huerta, para lo que haya menester.
Alonso, Alonso, que tu fatalidad es de cintura para arriba, así: non habere felix connuctio. Te la vas a tener que seguir pelando.
Nana, lo mío es un raro fenómeno de centrarme sólo en un objetivo. Ya sabes: antepasados cazadores, et caetera. Poca capacidad para la distracción o para ocuparme en muchas cosas a la vez. La pieza sos vos, pebeta.
ResponderEliminarMara, ya dijo Ortega (creo, pero si no sería Marañón) que órgano que no se usa se atrofia.