jueves, 1 de abril de 2010

hermanas pajilleras


Merced a una especialísima (o espléndida) dispensa (y gracia, digo yo) del Obispo de Andalucía se viene a crear el Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios, de Málaga, con fecha de diciembre de 1840

Las pajilleras de caridad, tal fué la denominación vox populi como se las empezó a conocer, eran mujeres que, sin importar su aspecto físico o edad, prestaban alivio, y sin animo lascivo, hemos de suponer, con manualidades masturbatorias a los soldados heridos en las batallas de la reciente guerra (civil) carlista española.

La alumbradora de tan peculiar, a la par que gozosa, idea, había sido la Hermana Sor Ethel Sifuentes, religiosa de cuarenta y cinco años que cumplía funciones de enfermera en el ya mencionado Hospicio. "Sor Ethel había notado el mal talante, la ansiedad y la atmósfera saturada de testosterona en el pabellón de heridos del hospital." (El no mojar tiende a enojar). Decidió entonces poner manos, nunca mejor dicho, a la obra y comenzó junto a algunas hermanas a "pajear" a los robustos y viriles soldados sin distinción de rango. Así tanto a soldados como a oficiales, les tocaba su "pajilla" diaria. Aunque en el artículo fuente no se aclara el asunto de los horarios o si venía como postre en el rancho, eso sí los resultados fueron inmediatos (y las eyaculaciones también).

El clima emocional cambió radicalmente en el pabellón y los temperamentales hombres de armas volvieron a departir cortésmente entre sí, aún cuando en muchos casos, hubiesen militado en bandos opuestos.No hay nada como hacer amistades en un lupanar o establecimiento similar.El sexo amansa a las fieras.

A este núcleo fundacional de hermanitas pajilleras, se sumaron voluntarias seculares, atraídas por el deseo de prestar tan abnegado servicio, sí y yo me lo creo. A estas voluntarias, se les impuso (a fin de resguardar el pudor y las buenas costumbres) el uso estricto de un uniforme: una holgada hopalanda que ocultaba las formas femeniles y un velo de lino que embozaba el rostro.Por sus manos las conocereís, de aquí nace el concepto pajillero de alemanita (por ¡ hale manita!, tanto la mano como la hermana).

El éxito rotundo, se tradujo en la proliferación de diversos cuerpos de pajilleras por todo el territorio nacional, agrupadas bajo distintas asociaciones y modalidades. Surgieron de esta suerte, el Cuerpo de Palilleras de La Reina, Las Pajilleras del Socorro de Huelva, Las Esclavas de la Pajilla del Corazón de María y ya entrado el siglo XX, las Pajilleras de la Pasionaria que tanto auxilio habrían de brindarle a las tropas de la República.(Mira que Pilar Primo de Rivera no hubiese tenido la misma idea, así a una paja también podríamos denominarla pilarina o palabro parecido).

¡Que pena que en este país se pierdan tan buenas costumbres sanitarias!. Ahora también habría hermanos consoladores para todas vosotras.De vez en cuando conviene reivindicar el pasado.

3 comentarios:

  1. Esto....es real? es decir, esta demostrado o hay fuentes que lo confirmen? Por que me he quedado...ESTUPEFACTA!!

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  2. es real, en fuente está el original, en su día busqué la dispensa pero no la encontré.

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  3. Yolanda-Antonietta3 de abril de 2010, 4:54

    Delicioso oficio... con gusto encabezaría un grupo, ya estoy pensando el nombre. He aquí la esclava del Señor... esa testosterona tiene que brotar al mundo.

    Cleopatra felaba durante toda una noche a un batallón completo, han difundido.

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