SOBRE LA ADICCIÓN AL SEXO Y EL MITO DE DON JUAN de ZORRILLA (I Encuentro Profesional sobre Dependencias Sentimentales – F. Instituto Spiral, Fernándo Pérez del Río.Psicólogo clínico. Coordinador terapéutico en P.H. Burgos)
“Según Foucault los dos grandes sistemas de reglas que Occidente ha concebido para regir el sexo —la ley de la alianza y el orden de los deseos— son destruidos por la existencia de Don Juan”.A lo largo de la historia de la literatura hemos tenido tantas figuras de Don Juan como síntomas y estilos tienen sus magníficos creadores. La premisa necesaria de Don Juan es seducir a todas las mujeres viables desentendiéndose posteriormente de ellas. Después de conquistadas surge el efecto del desinterés, el entusiasmo se diluye...
Cada época crea su propio Don Juan, por lo general, es clasificado como una mezcla de persona traumatizada con rasgos de artista.
El más afamado burlón es el de Zorrilla. Su historia transcurre desde su briosa presentación hasta el final de su curación, curación que no puede ser otra que por amor. Por el amor se arrepiente en una especie de acto de contricción, aunque según el propio autor; “no hay que olvidar que lo suyo, era un drama”, Don Juan un personaje tanto rococó, trivial, estrambótico, burlador y atrapado en la envoltura de su propio síntoma.
Para Don Juan de Zorrilla el tener síntomas, manías persecutorias y estilos estrambóticos diferentes al resto marcan su diferencia, aunque sufra en algunas ocasiones por ello, ya sea en forma de deshonor o soledad. Un personaje que toma los riesgos, que también tienen que ver con la agresividad, pero con un carácter más, por decirlo de alguna forma, “aventurero” y sobre todo polifacético. Hoy en día el ser polifacético es visto como caduco frente a la especialización. Lo obsesivo de la especialización frente a la histeria de Don Juan se nos muestra como otra buena diferencia. Don Juan es un seductor con un carácter en muchas ocasiones “inmaduro” más divertido, cruel, inescrupuloso, desafiante, oportunista, y vividor. “—Pues por doquiera que voy/ va el escándalo conmigo—”. Un personaje que engloba lo diferente de la sociedad de aquel entonces frente al actual especializado adicto al sexo.
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Como colofón, hete aquí unas escenas del Don Juan (ou Si Don Juan était une femme...) de Roger Vadim con Brigitte Bardot y Jane Birkin. (Las lúdico festivas, se entiende).
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