No soy fan de este tipo de disciplína sexual, pero he de reconocer que me ha fascinado la propagación de la onda del golpe en el mollar (carnes) de la castigada. Fascina de cojones.
tal vez sea que la fotografía es en blanco y negro.
Por otro lado el cachete, o azote, en los cuartos, lo empleo a modo de saludo con apretujamiento, lascivo y lujurioso, del magro mollar.
Esta entrada se la dedico a Susana Moo y a sus cuitas literarias con este asunto.
tal vez sea que la fotografía es en blanco y negro.
Por otro lado el cachete, o azote, en los cuartos, lo empleo a modo de saludo con apretujamiento, lascivo y lujurioso, del magro mollar.
Esta entrada se la dedico a Susana Moo y a sus cuitas literarias con este asunto.
La cámara ultrarrápida nos ha enseñado muchas cosas, sí. Bella propagación de ondas transversales en un medio elástico (adiposo, concretamente).
ResponderEliminarQue bueno que no fueron mis nalgas si no la onda transeversal en el medio elastico toda via seguiria....
ResponderEliminarSuxys, con perdón ya sabes que tengo adoración por tus tetas. Pues bien, por culpa de tu comentario chistoso me he tenido que imaginar que la onda sube desde el pompis y se hace fina en la cintura, pero, en vez de atenuarse y morir, como ocurre con la chica del vídeo, en tu caso adquiriría nueva fuerza al encontrar el elastiquísimo y generosísimo tejido mamario. Y bueno, amiga Suxys, imaginando esas chichis vibrantes, presas de la dinámica ondulatoria, es cuando me ha dado el vahído. Qué bien lo estaba pasando.
ResponderEliminarTienes toda la razón, fascina de cojones el bamboleillo ese de las cachas.
ResponderEliminarGracias por la dedicatoria.
Susana.
ResponderEliminarEl caso es que cuando ví el video, en la última secuancia, te imaginé a tí majandole el posaderamen a la churri. ¿Te sienta bien el kimono?.