El que suscribe, dado siempre a navegar por las aguas de lo incorrecto, apostó por la aplicación del método el dedete en el ojete, para poder percibir por lo físico la consecución del espasmo característico de la coyunda en su momento culminante.
Las mentes perversas como la mía ya habrán adivinado el principio básico de este método empírico.
Si bien en toda vagina, en el momento del orgasmo, se producen contracciones rítmicas de la misma, esto no quiere decir que todas las vaginas tengan la misma intensidad de contracción, por lo que la averiguación vía penis insertus deja mucho que desear.
Por el contrario, la inserción del dedo anular en el esfinter anal, además de factor coadyudante en este asunto que nos ocupa, nos determina si ha tenido lugar el gozo.
La contracción voluntaria del esfinter anal es de carácter insertivo o de retracción y ha de ser sostenido por la musculatura, mientras que la involuntaria, debida al telele orgásmico, es obedece a una serie de espamos de naturaleza muscular de diferente amplitud.(Hagan la prueba por si mismos.).El esfinter tiende a expulsar el dedete.
En el video que viene a continuación tenemos un ejemplo de lo expuesto.Las contracciones del ojete durante el orgasmo son involuntarias y de carácter espasmódico.Sería dificil recrear una serie de contracciones voluntariamente.
A mí esto me parece una guarrada soberana, y por varios motivos que enumeraré:
ResponderEliminar1.El orgasmo es una cuestión personal de cada uno. El que quiera fingirlo, allá él.
2.Meter un dedo en el ojete de una persona, incluso de un animal, es sucio y aberrante.
3.El sexo es algo que debería suceder siempre a oscuras y a ser posible a solas. ¿A quién pueden interesarle los mecanismos de algo tan primario e instintivo?
Si se finge un orgasmo o no, ni le veo bien ni mal, dependiendo de las circunstancias, el compañero de cama, en fin....y seguro que otros muchos factores si me parara a pensarlos.
ResponderEliminarPero estoy de acuerdo con Alonso en que es cuestión personal de cada cual.
De hecho, no suscitaría tanto debate si no tuviésemos el orgasmo como finalidad de la sexualidad. Yo creo que la sexualidad es dar y recibir placer: cómo, cuándo, cuánto,....pueden variar a cada momento. Y hay situaciones muy placenteras en las que no es necesario derivar en el orgasmo.
La prueba del dedo en el ojete no sé si es real o no, o si es empírica o no.....no tengo ni idea
El video de la chica ésta ya lo había visto una vez; lo vi en la oficina, sufrí "una subida de tensión" y lo pasé mal durante un ratillo. Está claro que quien tan magistralmente la acaricia no es la primera vez que lo hace, y que conocoe a la perfección sus puntos y su ritmo.
Y en cuanto a lo que dice Alonso sobre que el sexo debería ser algo a solas y a oscuras....me he quedado de piedra.
El sexo a solas tiene su encanto...cómo negarlo? Y da igual que sea con la luz encendida o apagada,estamos solos.
Pero no tiene nada que ver con el sexo entre dos. (porque entre tres aún no he probado)...las sensaciones, las emociones, la sensibilidad,....todo se multiplica al mil por mil.
Quiero creer, Alonso, que tu comentario era en tono humorístico, que no hablabas en serio.
O sí?
Saludos a tod@s.
Pues a veces, belkis, se dice lo contrario de lo que se piensa y queda mucho más recalcado lo que se piensa.
ResponderEliminarMe temo que la prueba del dedo en el ojete tiene un tanto de infalible. Es cuestión de probar.
Claro que el placer sexual sólo durante un instante se convierte en orgasmo. ¿Es justo remitir todo lo posible a unos simples segundos de naufragio y a veces sueño físico?
Como tú, yo ya había tenido subidas (y bajadas) de tensión con el vídeo de esta chica. Efectivamente, no parece un experimento de laboratorio entre desconocidos. Más perturbador que lo que ocurre "abajo" me resulta a mí lo que ocurre "arriba", en la expresión de su rostro, y en su abandono "arriba" cuando empiezan a darse los fenómenos de "abajo". Esa cara de derrota y catarata me arrastra, casi, con ella. Con la chica.
Hablando de la chica: ¿cuántas querrían probar el dedo sabio del, digamos, chico?
belkis:
ResponderEliminarLuego Alonso existe.
Os dejo discurrir sobre el método de la razón pura.
Tiberio, a pesar de lo poco leído, sigo teniendo dudas sobre la existencia de Alonso.
ResponderEliminarDiscurrir sobre la razón....es que yo soy más del corazón. O del cuerpo. Pero vamos, que no suelo enredarme en discusiones por saber quién lleva la razón o quién no la lleva.
Y Alonso, probar el dedo sabio del chico.....pero dónde? en qué parte? Y con fines científicos? jajaja.
En fin, no me hagáis mucho caso.
Saludos a los dos.
¿sucio? ¿aberrante?... mmmm, no, es delicioso y complementario...
ResponderEliminarMi opinión creo que ya la sabes: si fingir divierte, ¿por qué no?
ResponderEliminarSi se convierte en una autoimposición, mal.
Alonso, qué bruto, chico, no sé si existes o no, pero en cualquier caso no incitas nada a desear acostarse contigo.
Tiberio ¡qué actividad, chico! Cada vez que entro me encuentro un montón de posts nuevos.
(gracias por enlazarme)
Susana:
ResponderEliminarPero estamos con el sempiterno problema de como se lo toma la otra parte.
Personalmente me da igual, como lo del juego del calentamiento de pollas.(Es un juego).
Yolanda-A:
ResponderEliminarExactamente, delicioso y complementario, a la par que estimulante.